EDICI

Un sitio para la reflexión bíblica y teológica

Archive for abril 2007

El siervo de Dios en tiempos peligrosos (2 Timoteo 3:1 -2 Timoteo 3:1 4:5).

Posted by alballanes en abril 20, 2007

El siervo de Dios en tiempos peligrosos.

1 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. 6 Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. 7 Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 8 Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. 9 Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos.

El adjetivo griego traducido como “peligrosos” es “chalepos”, que significa “áspero, salvaje, difícil, doloroso, fiero, dañino, duro de tratar”[1]. El comentario acerca de esta palabra, realizado en la Biblia de Estudio Plenitud, dice: “La palabra describe a una sociedad desprovista de virtud pero que abunda en vicios”.[2]

Pero una sociedad es la suma de sus miembros. De acuerdo con la manera de ser de sus integrantes, así es la sociedad. El apóstol Pablo describe aquí los rasgos distintivos de los hombres que formaría parte de la sociedad humana de los tiempos finales. Ellos serían los que harían a esos tiempos del fin literalmente “salvajes”. ¡Cuán actuales son las palabras del apóstol! Inspirado por el Espíritu Santo, Pablo describió magistralmente la época actual, conocida como “posmoderna”. Estas son algunas de sus características más sobresalientes:[3]

a) Ultraindividualismo, egocentrismo, narcisismo. “Hombres amadores de sí mismos” (gr. filautos); “sin afecto natural” (gr. ástorgos: “de corazón duro hacia los parientes”); “ingratos” (ajáristos); “crueles” (anémeros: “salvajes, crueles”); “traidores” (prodótes). El gran lema de la conducta humana actual es: “Ámate a ti mismo”.

b) Hedonismo y consumismo. “Avaros” (filárguiros); “intemperantes” (akrates: “sin gobierno”); “amadores de los deleites más que de Dios” (filédonos más que filótheos).

c) Relativismo moral, permisividad, pragmatismo ético e intrascendencia. “Impíos” (anósios: irreverentes, perversos, malvados); “aborrecedores de lo bueno” (afilagadsos); “corruptos de entendimiento” (katefzarmenoi: depravados, arruinados; nous: mente, entendimiento, sentimiento, voluntad); “réprobos en cuanto a la fe” (adókimos: reprobados, rechazados, indignos); “que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”: Se refiere aquí a la pérdida completa de los valores y principios espirituales y morales que sustentan al ser humano. El relativismo se traduce en el lema: “Yo tengo mi verdad; y tú, la tuya” o “Esta es MI verdad”.

d) Rebeldía contra la autoridad y crisis de autoridad. “Desobedientes a los padres”; “soberbios” (juperéfanos: que se creen por encima de otros); impetuosos (propetés). Es la filosofía del “just do it” (“Sólo hazlo”); sin tener en cuenta principios, o autoridad.

e) Libertinaje de expresión. “vanagloriosos” (alazón: jactancioso, fanfarrón, altivo); “blasfemos” (blásfemos: maldicientes), “calumniadores” (diábolos: diablo, Satanás, calumniador); “infatuados” (tetufómenoi (del verbo tufóo): “envuelto con humo, inflado con arrogancia, envanecido, infatuado”.

En el capítulo 4: 3, 4, después de instar a Timoteo a que lleve a cabo su misión “a tiempo y fuera de tiempo” (4:2), el apóstol Pablo agrega un rasgo más de las personas que vivirían en los últimos tiempos: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”.

“No sufrirán la sana doctrina”: no tolerarán, no soportarán la enseñanza pura del Evangelio, la verdad de Dios. En contraposición, tendrían una disposición y facilidad para prestar atención a cualquier doctrina, enseñanza u opinión (“comezón de oír”). Para satisfacer esa “gula” espiritual, esa “hambre” de banalidad, de información irrelevante, de conocimiento dañino, se produciría una especie de multiplicación “bacteriana” de falsos maestros, de mercaderes de baratijas del supermercado espiritual.

3
10 Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11 persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. 12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13 mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
4
1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.

No importa cuál sea la circunstancia que rodee al siervo de Dios. Para el ministro del Evangelio, hay una sola consigna que obedecer: “Cumple tu ministerio” (4:5).

Cumplir el ministerio significa:
1o. Predicar, instar, redargüir, reprender y exhortar: a) a tiempo y fuera de tiempo; b) con toda paciencia y doctrina (4:2).
2o. Seguir la doctrina, los ejemplos de conducta y los propósitos recibidos (3:10).
3o. Persistir en la sana doctrina que se basa exclusivamente en la Palabra de Dios (3:12-17).
4o. Soportar las aflicciones y mantener una conducta sobria en todo momento (4:5; 3:q0, 11).

Ni el espíritu del mundo (kosmos), ni de este siglo o época (aion), ni las circunstancias específicas que caracterizan los tiempos concretos (kairos) en que cada uno vive, deben hacer claudicar al siervo de Dios, el cual debe tener, como lema, esas gloriosas palabras del apóstol: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”. Porque “más allá de la palma, el bohío y la sierra”, como escribió alguna vez Carmen Cordero[4], “más allá de esta tierra de afectos y de actos”[5], está la Patria Eterna, donde “está guardada la corona de justicia”, la cual “dará el Señor, Juez justo, en aquel día… a todos los que aman su venida”.

Notas bibliográficas.

[1] Hayford, Jack W. General Editor, Biblia Plenitud, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1994. p. 1606.
[2] Hayford, Jack W. General Editor, Biblia Plenitud, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1994, p. 1606.
[3] Los vocablos griegos y sus definiciones han sido tomados del Diccionario y Concordancia Strong. E-Sword: La Espada del Espíritu.
[4] Poetisa cristiana camagüeyana.
[5] Cordero, Carmen. Mis dos patrias.

Llanes, Alba. Trabajo de Investigación para la edición de Epístolas Pastorales, material didáctico de EDISUB (Estudios Dirigidos de Superación Bíblica), Asambleas de Dios, Cuba, 2007. (Rancho Cucamonga, California: EDICI) 2007.

Posted in Apuntes exegéticos | Leave a Comment »

El siervo de Dios en tiempos peligrosos (2 Timoteo 3:1 – 4:5).

Posted by alballanes en abril 20, 2007

El siervo de Dios en tiempos peligrosos.

1 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. 6 Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. 7 Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 8 Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. 9 Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos.

El adjetivo griego traducido como “peligrosos” es “chalepos”, que significa “áspero, salvaje, difícil, doloroso, fiero, dañino, duro de tratar”[1]. El comentario acerca de esta palabra, realizado en la Biblia de Estudio Plenitud, dice: “La palabra describe a una sociedad desprovista de virtud pero que abunda en vicios”.[2]

Pero una sociedad es la suma de sus miembros. De acuerdo con la manera de ser de sus integrantes, así es la sociedad. El apóstol Pablo describe aquí los rasgos distintivos de los hombres que formaría parte de la sociedad humana de los tiempos finales. Ellos serían los que harían a esos tiempos del fin literalmente “salvajes”. ¡Cuán actuales son las palabras del apóstol! Inspirado por el Espíritu Santo, Pablo describió magistralmente la época actual, conocida como “posmoderna”. Estas son algunas de sus características más sobresalientes:[3]

a) Ultraindividualismo, egocentrismo, narcisismo. “Hombres amadores de sí mismos” (gr. filautos); “sin afecto natural” (gr. ástorgos: “de corazón duro hacia los parientes”); “ingratos” (ajáristos); “crueles” (anémeros: “salvajes, crueles”); “traidores” (prodótes). El gran lema de la conducta humana actual es: “Ámate a ti mismo”.

b) Hedonismo y consumismo. “Avaros” (filárguiros); “intemperantes” (akrates: “sin gobierno”); “amadores de los deleites más que de Dios” (filédonos más que filótheos).

c) Relativismo moral, permisividad, pragmatismo ético e intrascendencia. “Impíos” (anósios: irreverentes, perversos, malvados); “aborrecedores de lo bueno” (afilagadsos); “corruptos de entendimiento” (katefzarmenoi: depravados, arruinados; nous: mente, entendimiento, sentimiento, voluntad); “réprobos en cuanto a la fe” (adókimos: reprobados, rechazados, indignos); “que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”: Se refiere aquí a la pérdida completa de los valores y principios espirituales y morales que sustentan al ser humano. El relativismo se traduce en el lema: “Yo tengo mi verdad; y tú, la tuya” o “Esta es MI verdad”.

d) Rebeldía contra la autoridad y crisis de autoridad. “Desobedientes a los padres”; “soberbios” (juperéfanos: que se creen por encima de otros); impetuosos (propetés). Es la filosofía del “just do it” (“Sólo hazlo”); sin tener en cuenta principios, o autoridad.

e) Libertinaje de expresión. “vanagloriosos” (alazón: jactancioso, fanfarrón, altivo); “blasfemos” (blásfemos: maldicientes), “calumniadores” (diábolos: diablo, Satanás, calumniador); “infatuados” (tetufómenoi (del verbo tufóo): “envuelto con humo, inflado con arrogancia, envanecido, infatuado”.

En el capítulo 4: 3, 4, después de instar a Timoteo a que lleve a cabo su misión “a tiempo y fuera de tiempo” (4:2), el apóstol Pablo agrega un rasgo más de las personas que vivirían en los últimos tiempos: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”.

“No sufrirán la sana doctrina”: no tolerarán, no soportarán la enseñanza pura del Evangelio, la verdad de Dios. En contraposición, tendrían una disposición y facilidad para prestar atención a cualquier doctrina, enseñanza u opinión (“comezón de oír”). Para satisfacer esa “gula” espiritual, esa “hambre” de banalidad, de información irrelevante, de conocimiento dañino, se produciría una especie de multiplicación “bacteriana” de falsos maestros, de mercaderes de baratijas del supermercado espiritual.

3
10 Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11 persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. 12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13 mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
4
1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.

No importa cuál sea la circunstancia que rodee al siervo de Dios. Para el ministro del Evangelio, hay una sola consigna que obedecer: “Cumple tu ministerio” (4:5).

Cumplir el ministerio significa:
1o. Predicar, instar, redargüir, reprender y exhortar: a) a tiempo y fuera de tiempo; b) con toda paciencia y doctrina (4:2).
2o. Seguir la doctrina, los ejemplos de conducta y los propósitos recibidos (3:10).
3o. Persistir en la sana doctrina que se basa exclusivamente en la Palabra de Dios (3:12-17).
4o. Soportar las aflicciones y mantener una conducta sobria en todo momento (4:5; 3:q0, 11).

Ni el espíritu del mundo (kosmos), ni de este siglo o época (aion), ni las circunstancias específicas que caracterizan los tiempos concretos (kairos) en que cada uno vive, deben hacer claudicar al siervo de Dios, el cual debe tener, como lema, esas gloriosas palabras del apóstol: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”. Porque “más allá de la palma, el bohío y la sierra”, como escribió alguna vez Carmen Cordero[4], “más allá de esta tierra de afectos y de actos”[5], está la Patria Eterna, donde “está guardada la corona de justicia”, la cual “dará el Señor, Juez justo, en aquel día… a todos los que aman su venida”.

Notas bibliográficas.

[1] Hayford, Jack W. General Editor, Biblia Plenitud, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1994. p. 1606.
[2] Hayford, Jack W. General Editor, Biblia Plenitud, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1994, p. 1606.
[3] Los vocablos griegos y sus definiciones han sido tomados del Diccionario y Concordancia Strong. E-Sword: La Espada del Espíritu.
[4] Poetisa cristiana camagüeyana.
[5] Cordero, Carmen. Mis dos patrias.

Llanes, Alba. Trabajo de Investigación para la edición de Epístolas Pastorales, material didáctico de EDISUB (Estudios Dirigidos de Superación Bíblica), Asambleas de Dios, Cuba, 2007. (Rancho Cucamonga, California: EDICI) 2007.

Posted in Apuntes exegéticos | Leave a Comment »

El siervo de Dios en tiempos peligrosos (2 Timoteo 3:1 – 4:5).

Posted by alballanes en abril 20, 2007

El siervo de Dios en tiempos peligrosos.

1 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. 6 Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. 7 Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 8 Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. 9 Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos.

El adjetivo griego traducido como “peligrosos” es “chalepos”, que significa “áspero, salvaje, difícil, doloroso, fiero, dañino, duro de tratar”[1]. El comentario acerca de esta palabra, realizado en la Biblia de Estudio Plenitud, dice: “La palabra describe a una sociedad desprovista de virtud pero que abunda en vicios”.[2]

Pero una sociedad es la suma de sus miembros. De acuerdo con la manera de ser de sus integrantes, así es la sociedad. El apóstol Pablo describe aquí los rasgos distintivos de los hombres que formaría parte de la sociedad humana de los tiempos finales. Ellos serían los que harían a esos tiempos del fin literalmente “salvajes”. ¡Cuán actuales son las palabras del apóstol! Inspirado por el Espíritu Santo, Pablo describió magistralmente la época actual, conocida como “posmoderna”. Estas son algunas de sus características más sobresalientes:[3]

a) Ultraindividualismo, egocentrismo, narcisismo. “Hombres amadores de sí mismos” (gr. filautos); “sin afecto natural” (gr. ástorgos: “de corazón duro hacia los parientes”); “ingratos” (ajáristos); “crueles” (anémeros: “salvajes, crueles”); “traidores” (prodótes). El gran lema de la conducta humana actual es: “Ámate a ti mismo”.

b) Hedonismo y consumismo. “Avaros” (filárguiros); “intemperantes” (akrates: “sin gobierno”); “amadores de los deleites más que de Dios” (filédonos más que filótheos).

c) Relativismo moral, permisividad, pragmatismo ético e intrascendencia. “Impíos” (anósios: irreverentes, perversos, malvados); “aborrecedores de lo bueno” (afilagadsos); “corruptos de entendimiento” (katefzarmenoi: depravados, arruinados; nous: mente, entendimiento, sentimiento, voluntad); “réprobos en cuanto a la fe” (adókimos: reprobados, rechazados, indignos); “que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”: Se refiere aquí a la pérdida completa de los valores y principios espirituales y morales que sustentan al ser humano. El relativismo se traduce en el lema: “Yo tengo mi verdad; y tú, la tuya” o “Esta es MI verdad”.

d) Rebeldía contra la autoridad y crisis de autoridad. “Desobedientes a los padres”; “soberbios” (juperéfanos: que se creen por encima de otros); impetuosos (propetés). Es la filosofía del “just do it” (“Sólo hazlo”); sin tener en cuenta principios, o autoridad.

e) Libertinaje de expresión. “vanagloriosos” (alazón: jactancioso, fanfarrón, altivo); “blasfemos” (blásfemos: maldicientes), “calumniadores” (diábolos: diablo, Satanás, calumniador); “infatuados” (tetufómenoi (del verbo tufóo): “envuelto con humo, inflado con arrogancia, envanecido, infatuado”.

En el capítulo 4: 3, 4, después de instar a Timoteo a que lleve a cabo su misión “a tiempo y fuera de tiempo” (4:2), el apóstol Pablo agrega un rasgo más de las personas que vivirían en los últimos tiempos: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”.

“No sufrirán la sana doctrina”: no tolerarán, no soportarán la enseñanza pura del Evangelio, la verdad de Dios. En contraposición, tendrían una disposición y facilidad para prestar atención a cualquier doctrina, enseñanza u opinión (“comezón de oír”). Para satisfacer esa “gula” espiritual, esa “hambre” de banalidad, de información irrelevante, de conocimiento dañino, se produciría una especie de multiplicación “bacteriana” de falsos maestros, de mercaderes de baratijas del supermercado espiritual.

3
10 Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11 persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. 12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13 mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
4
1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.

No importa cuál sea la circunstancia que rodee al siervo de Dios. Para el ministro del Evangelio, hay una sola consigna que obedecer: “Cumple tu ministerio” (4:5).

Cumplir el ministerio significa:
1o. Predicar, instar, redargüir, reprender y exhortar: a) a tiempo y fuera de tiempo; b) con toda paciencia y doctrina (4:2).
2o. Seguir la doctrina, los ejemplos de conducta y los propósitos recibidos (3:10).
3o. Persistir en la sana doctrina que se basa exclusivamente en la Palabra de Dios (3:12-17).
4o. Soportar las aflicciones y mantener una conducta sobria en todo momento (4:5; 3:q0, 11).

Ni el espíritu del mundo (kosmos), ni de este siglo o época (aion), ni las circunstancias específicas que caracterizan los tiempos concretos (kairos) en que cada uno vive, deben hacer claudicar al siervo de Dios, el cual debe tener, como lema, esas gloriosas palabras del apóstol: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”. Porque “más allá de la palma, el bohío y la sierra”, como escribió alguna vez Carmen Cordero[4], “más allá de esta tierra de afectos y de actos”[5], está la Patria Eterna, donde “está guardada la corona de justicia”, la cual “dará el Señor, Juez justo, en aquel día… a todos los que aman su venida”.

Notas bibliográficas.

[1] Hayford, Jack W. General Editor, Biblia Plenitud, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1994. p. 1606.
[2] Hayford, Jack W. General Editor, Biblia Plenitud, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1994, p. 1606.
[3] Los vocablos griegos y sus definiciones han sido tomados del Diccionario y Concordancia Strong. E-Sword: La Espada del Espíritu.
[4] Poetisa cristiana camagüeyana.
[5] Cordero, Carmen. Mis dos patrias.

Llanes, Alba. Trabajo de Investigación para la edición de Epístolas Pastorales, material didáctico de EDISUB (Estudios Dirigidos de Superación Bíblica), Asambleas de Dios, Cuba, 2007. (Rancho Cucamonga, California: EDICI) 2007.

Posted in Apuntes exegéticos | Leave a Comment »

Retén la forma de las sanas palabras (2 Timoteo 1:13, 14).

Posted by alballanes en abril 20, 2007

Retén la forma de las sanas palabras
(2 Timoteo 1:13-14).

13 Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. 14 Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.

En los versículos 13 y 14, el apóstol vuelve a tocar un tema importante para él, en medio de la guerra ideológica que había estado desarrollando contra los falsos maestros, los herejes y los apóstatas: la conservación y defensa de la sana doctrina. Dos son los mandatos concretos: “Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste” y “guarda el buen depósito”.

a. “Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste”. Las palabras usadas en esta frase son altamente sugestivas:

1º. El verbo griego traducido como “retén”, es éjo, que proviene de otro verbo griego, sjéo, el cual tiene múltiples y variados significados, pero que primariamente significa “tener, sostener, retener”[1]. La palabra aparece en este sentido también en 1 Timoteo 1:19, y en Apocalipsis 19:10. Bill H. Reeves escribe al respecto: “La palabra se usa en el sentido de firme adhesión a una cosa”[2].

2º. Existen varias palabras griegas que se traducen como “forma”. La que está usada en este pasaje es hupotuposis (se pronuncia jupotuposis), y que es traducida variadamente como “modelo, patrón, pauta directriz”, en diferentes versiones de la Biblia, sin embargo, el significado más exacto de la misma es “prototipo”[3]. Aunque el mismo término español “prototipo” proviene del griego prototipos, puede también traducir perfectamente, por su significado, a la palabra hupotuposis. Un “prototipo” es, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: “Ejemplar original o primer molde en que se fabrica una figura u otra cosa. Ejemplar más perfecto y modelo de una virtud, vicio o cualidad”[4]. Cuando Dios dio a Noé las instrucciones para construir el arca, le dio un modelo original o prototipo (Gn. 6.14-16), que el patriarca siguió al pie de la letra (Gn. 6.22). Moisés y los artesanos que trabajaron en la construcción del tabernáculo y de arca del pacto, fabricaron cada objeto conforme a un modelo prototípico que Dios había dado (leer los pasajes del libro de Éxodo referidos a la construcción del tabernáculo de reunión). Un ejemplo similar siguió Salomón cuando levantó el templo y usó los planos dejados por David (1 Cr. 28.11-19; 2 Cr. 3.1-5.1). Esta es la idea que se puede seguir en esta encomienda del apóstol a Timoteo: “Retén el prototipo, el modelo primario, el modelo perfecto”.

3º. “Las sanas palabras” (juguiáinoton logon): “las sanas, saludables, incorruptibles, buenas, fieles palabras”. El participio juguiáinoton, en función adjetiva aquí, reafirma la idea contenida en el término hupotuposis. El apóstol no está hablando de cualquier modelo, ni de cualquier palabra, sino del perfecto modelo o prototipo de palabras fidedignas, no corrompidas: las palabras de la doctrina cristiana, que él había transmitido a Timoteo (“que de mí oíste”).

Bien podríamos traducir el mandamiento: “Mantente firmemente apegado al prototipo de las palabras incorruptibles, fidedignas, que yo te transmití”.

El apóstol Pablo añade que Timoteo debe retener ese prototipo de sanas palabras “en la fe y el amor que es en Cristo Jesús”. Al respecto. Bill H. Reeves escribe: “Esta es la manera en que debe ser predicada la ‘norma de las sanas palabras’. La frase ‘en la fe’ indica hacerlo con fuerte convicción, y la frase ‘y (en) el amor’, apunta a la motivación correcta al hacerlo. Hay que amar a Dios, a la Verdad, y al ser perdido. Compárese con Efesios 4:15”.[5]

b) “Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros”. La frase “guardar el depósito”, aparece con ligeras variantes, en dos ocasiones, en este pasaje: uno en el versículo 12, cuando el apóstol le dice a Timoteo: “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”. ¿A qué “depósito” se refiere Pablo el este pasaje que estamos estudiando? Es la misma “forma de las sanas palabras”, el mismo modelo primigenio, patrón o prototipo que Timoteo ha recibido de la enseñanza directa del apóstol. Es la “doctrina” a la que hace referencia en el 3:10, la “palabra fiel” que se repite una y otra vez. El versículo 14 sigue un modelo de paralelo de ideas con el 13, sólo que las metáforas son diferentes. Cada una de ellas aporta un nuevo sentido, un nuevo ángulo de enfoque sobre la misma verdad. La metáfora del versículo 13 (“retén la forma”, “adhiérete al modelo o prototipo”) evoca la fabricación o construcción de algo. Pase lo que pase, Timoteo debe seguir el patrón establecido, obedecer y respetar el modelo predeterminado. En el versículo 14, en cambio, la metáfora apunta a la acción de vigilar celosamente, de proteger algo que puede ser robado o que puede perderse. El verbo griego fulasso, traducido como “guarda” involucra la idea de “aislamiento” y literal o figuradamente, de “vigilar, estar en guardia, custodiar”.[6]

El apóstol estaba seguro de que el Señor se encargaría de ayudarlo poderosamente a guardar el depósito que le había sido encomendado. Ahora le transmite a Timoteo la buena noticia de que el Espíritu Santo, el “Espíritu de verdad”, que “nos guía a toda verdad” (Juan 14.16-18, 26; 16:13), estaría con él, fortaleciéndolo y dándole el poder para preservar, de igual manera, el depósito de la sana doctrina del Evangelio de Cristo.

[1] Diccionario y Concordancia Strong. E-Sword: La espada del Espíritu.
[2] Reeves, Bill, H. Comentario a 2 Timoteo.
http://billhreeves.com/Commentaries/2%20TIMOTEO/NOTAS%20SOBRE%202%20TIMOTEO,%20Sept.pdf
[3] Diccionario Strong y Concordancia Strong. E-Sword: La espada del Espíritu y Reeves, Bill H. Comentario a 2 Timoteo.
http://billhreeves.com/Commentaries/2%20TIMOTEO/NOTAS%20SOBRE%202%20TIMOTEO,%20Sept.pdf
[4] Microsoft® Encarta® 2006. © 1993-2005 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
[5] Reeves, Bill H. Comentario a 2 Timoteo.
http://billhreeves.com/Commentaries/2%20TIMOTEO/NOTAS%20SOBRE%202%20TIMOTEO,%20Sept.pdf
[6] Diccionario y Concordancia Strong. E-Sword: La espada del Espíritu.

Llanes, Alba.Investigación para el material de estudio de «Epístolas Pastorales», de los Estudios de Superación Bíblica (EDISUB), La Habana, Cuba.., 2007 (Rancho Cucamonga, California: EDICI) 2007.

Posted in Apuntes exegéticos | 1 Comment »

Jezabel y Atalía

Posted by alballanes en abril 1, 2007

Es paradójico que estas dos mujeres no honraran, con su forma de ser y sus acciones, los respectivos nombres que llevaban: Jezabel, “casta, pura”; Atalía, “Dios es exaltado”. Ambas mujeres representan, en la Biblia, las profundidades de la maldad.

Al venir a formar parte del pueblo de Israel, por su casamiento con Acab, Jezabel tuvo la oportunidad de ponerse en contacto directo con el culto al verdadero Dios, de conocer a Jehová y de convertirse a Él. Sin embargo, ella siguió fuertemente arraigada a las creencias y a la religión que traía de su tierra natal (posiblemente ella misma fuera sacerdotisa de Baal) . Aprovechando, por un lado, la debilidad de carácter de su marido Acab y, por otro, su situación de poder dentro del Reino de Israel, Jezabel no sólo se resistió a convertirse al verdadero Dios, sino que luchó contra Él: a) introduciendo en el norteño Reino de Israel el culto a Baal y a Asthoré (Astarté o Asera) ; b) induciendo a la nación a la práctica de la idolatría, que incluía el asesinato ritual de niños israelitas , y a la inmoralidad sexual; c) tratando de destruir todo vestigio del culto a Jehová, mediante el asesinato de todos los profetas del Señor.

A todo esto debe añadirse que su manera de gobernar al país fue un verdadero ejemplo de despotismo. Así como su padre Etbaal, rey de Tiro y Sidón, no vaciló en asesinar a sus propios hermanos (tíos de Jezabel) para apoderarse del trono de Sidón, Jezabel no vaciló en hacer matar “legalmente” a Nabot, para garantizar el aumento de las posesiones y riquezas reales. Su astucia fue tal que recurrió a las mismas leyes de Jehová, acerca de la blasfemia, para hacer ejecutar a Nabot y expropiarle sus bienes (1 Reyes 21).

Cuando su esposo murió en el campo de batalla, en cumplimiento de la palabra del Señor (1 Reyes 22_34-40), ella no recapacitó ni decidió cambiar, sino que siguió ejerciendo el poder en Israel, como Reina Madre, influyendo en sus hijos, sucesores de Acab: Ocozías (2 Reyes 1) y Joram (2 Reyes 3). Jezabel tuvo la gran oportunidad de conocer a Dios, y de ser purificada de la maldad, del pecado y de la más abyecta idolatría, pero rechazó esa oportunidad, y pereció irremediablemente, condenada al castigo eterno (2 Reyes 9:30-37).

Atalía era hija de Acab y Jezabel. Su matrimonio con Joram, hijo de Josafat, rey de Judá, la colocó en un lugar de preeminencia política en el reino sureño de Judá, que le permitió influir de manera nefasta en la espiritualidad del pueblo. Alguien ha escrito que, de la misma manera que Jezabel trajo el veneno de Sidón y lo inyectó en las venas de Israel, Atalía lo trasvasó a las venas de Jerusalén. Ella introdujo el culto a Baal en Judá, durante el reinado de su esposo Joram, hijo de Josafat (2 Reyes 8:16-18), y aparentemente influyó en él para que asesinara a sus propios hermanos, hijos de Josafat, de modo que no pudieran ser rivales en cuanto al trono. Atalía también mantuvo su influencia nefasta durante el reinado de su hijo Ocozías (2 Reyes 8:25-27).

A la muerte de este (2 Reyes 9:14-16, 27-29), ella misma se adueñó del trono. Para ello, como una vez había hecho en Sidón, Etbaal, su abuelo, hizo asesinar a todos los integrantes de la descendencia real que podían reclamarle el trono (2 Reyes 11). Atalía atentó directamente, no sólo contra la casa real de Judá y contra el linaje de David, sino contra la mismísima línea mesiánica, de donde vendría nuestro Señor Jesucristo. La intervención de Jocabet, una de sus nietas, salvó la descendencia real, al esconder en el templo a Joás, el menor de los hijos de Ocozías (2 Reyes 11:2,3).

A pesar de sus orígenes espirituales nefastos, al casarse con Joram e ir a vivir a Jerusalén, Atalía tuvo la oportunidad de entrar en contacto con el culto a Jehová, de tener libre acceso a Su santuario, el Templo de Jerusalén, de convertirse al Dios vivo y verdadero, y abandonar la vida de pecado, de maldad e idolatría heredada de sus padres. Si embargo, eligió no sólo el seguir el camino del mal, sino de extenderlo a toda la nación de Judá. Ella pudo haber sido cambiada, pero rechazó la bendición, y cosechó el fruto de su propia maldad (2 Reyes 11: 13-16).

Ambas mujeres, madre e hija, Jezabel y Atalía, fueron reinas. Por su posición social y de poder, tuvieron la oportunidad de realizar cambios espirituales positivos en Israel y Judá, sin embargo, usaron esa misma posición para oponerse a Dios y llevar al pueblo a la ruina espiritual. Su propia podredumbre no lavada, infectó a muchos y causó su propia ruina.


Llanes, Alba. (Rancho Cucamonga, California: EDICI) 2006

Posted in Perfiles bíblicos | 1 Comment »

La samaritana

Posted by alballanes en abril 1, 2007

La única mención que se hace de ella es en el Evangelio de Juan capítulo 4. Se nos dice muy poco de la samaritana, pero dos aspectos son sumamente importantes: primero, su nacionalidad; segundo, su situación moral.
En cuanto a su nacionalidad, ella pertenecía a una etnia discriminada por los judíos. Los samaritanos eran descendientes de antiguos moradores del Oriente Medio que, durante el dominio asirio, habían sido reubicados en el territorio de Samaria
[1], y que habían conocido la ley de Jehová a través de un sacerdote israelita que los había enseñado, luego de la caída del Reino norteño de Israel, pero que habían sincretizado el conocimiento del Dios verdadero con prácticas paganas[2]. Producto de esto, eran rechazados por los judíos, que preferían dar un gran rodeo, para ir de Judea a Galilea, que atravesar el territorio de Samaria.
En cuanto a su situación moral, ella había tenido una sucesión de maridos y, en el momento en que conoció a Jesús, tenía relaciones con un hombre que no era legalmente su esposo.
Las palabras del Señor causaron un profundo impacto en su vida. El encuentro con Él la marcó definitivamente. Ella fue transformada. Su actitud y su acción no sólo le reportaron a ella el llegar a ser partícipe de las bendiciones del Reino de los Cielos, sino que le permitieron convertirse en la puerta de entrada de las buenas nuevas de salvación para su propio pueblo.

Notas explicativas.

[1] La política imperial de los asirios era desarraigar a las etnias (pueblos, naciones) de su lugar de origen y reubicarlos en otros sitios del Imperio. De esta manera, pretendían que esas personas perdieran sus raíces y su identidad, para terminar siendo absorbidas dentro del Imperio garantizando así la sumisión absoluta, y evitando sublevaciones. Justamente, después de la caída del Reino norteño de Israel, los integrantes de las diez tribus que lo conformaban, fueron llevados cautivos a la parte norte de la Mesopotamia, y al territorio de los medos (2 Reyes 18:9-12). La región que dejaron atrás, fue repoblada por etnias procedentes de zonas adyacentes a Canaán (2 Reyes 17:24-41). Estas gentes se mezclaron con un remanente israelita que había quedado en la zona y, posiblemente, con otros que lograron regresar con el tiempo. Los judíos de los tiempos posteriores, incluyendo los de la época de Jesús, negaban que los samaritanos tuvieran alguna sangre israelita, pero estos se declaraban, a sí mismos, verdaderos descendientes de los miembros de las diez tribus, y poseedores del verdadero culto a Jehová.
[2] 2 Reyes 17:24-41 nos narra cómo ellos llegaron a tener conocimiento de la Ley de Jehová y cómo se llevó a cabo el proceso de sincretización que se produjo, mediante el cual se mezcló el culto de Jehová con los cultos idolátricos que traían cada uno de ellos.

Llanes, Alba. (Rancho Cucamonga, California: EDICI), 2006.

Posted in Perfiles bíblicos | Leave a Comment »

Rahab la ramera.

Posted by alballanes en abril 1, 2007

Rahab era prostituta. La práctica de la prostitución, entre los pueblos cananeos, estaba ligada al culto idolátrico a deidades vinculadas con la fertilidad y la naturaleza como, por ejemplo, Baal y Astarté. Ella no conocía personalmente a Jehová, sólo había escuchado hablar de las proezas que Él estaba haciendo por mano de Su pueblo Israel. Con toda seguridad, había otras prostitutas en Jericó, así como muchas otras personas, que habían recibido la misma información que ella, pero la única que reconoció su situación, el peligro al que estaba expuesta, y la solución para su problema, fue Rahab.
Ella creyó y fue salvada, fue santificada y fue introducida en el seno del pueblo de Dios. No sólo esto, sino que tuvo la oportunidad de iniciar una nueva vida, de rectitud y de provecho. Ella pudo contraer matrimonio con Salmón. Su fe personal no sólo trajo la salvación para ella y para su propia familia, sino le dio el privilegio de ser introducida en la línea mesiánica, y ser antepasada del rey David y del propio Señor Jesucristo (Mateo 1). Ella llegó a formar parte del mismísimo plan de salvación de Dios para la Humanidad. Su nombre aparece en la lista de héroes de la fe, de Hebreos 11.

Llanes, Alba. (Rancho Cucamonga, California: EDICI) 2006.

Posted in Perfiles bíblicos | Leave a Comment »

Lidia de Tiatira

Posted by alballanes en abril 1, 2007

La mención que se nos hace de Lidia, en el Nuevo Testamento, está en Hechos capítulo 16. En su segundo viaje misionero, el apóstol Pablo llegó a Filipos, capital de Macedonia, e inició su trabajo de evangelización. Un grupo de mujeres se juntaron para escucharlo. Entre ellas estaba Lidia, de la que se nos dice: primero, que era comerciante de púrpura; segundo, que procedía de la ciudad de Tiatira, en el Asia Menor; y, tercero, que adoraba a Dios.
El ser comerciante de púrpura, y el serlo en la ciudad de Filipos, le concedía a Lidia una posición económica y un rango social importante. Por una parte, a lo que se le denomina “púrpura”, era a uno de materiales más caros de la época. Se trataba de un tinte que los fenicios obtenían de un tipo de marisco llamado múrex. El líquido lechoso extraído de una glándula suya, expuesto al aire, adquiría un color púrpura de diferentes matices, que se usaba para teñir ciertos tipos de telas. El costo de producción era tan elevado que, definitivamente, se empleaba en tejidos destinados a personas sumamente ricas, mayormente pertenecientes a la realeza. Ser comerciante de púrpura implicaba que Lidia tenía el suficiente dinero para adquirir ese preciado producto que provenía de Fenicia, y que podía revenderlo a aquellos que se dedicaban a preparar telas caras para la aristocracia.
Por otra parte, el vivir en Filipos, y ser comerciante allí, la colocaba en una posición muy ventajosa. La ciudad de Filipos era la única, en todo el mundo grecorromano, en la que las mujeres gozaban de reconocimiento y hasta de libertad. En una cultura como la grecorromana, sobre todo la de origen griego, en la que la mujer estaba desvalorizada, Filipos brillaba por conceder un estatus diferente a sus habitantes femeninas. Mujeres de Filipos que, a lo largo de su historia, descollaron de diferentes maneras, llegaron a tener, inclusive, estatuas que las recordaron. De modo que, es muy probable que Lidia gozara de una muy buena reputación social en esa ciudad macedónica.
La frase “adoraba a Dios” parece indicar que, aunque muy probable fuera de origen gentil, ella se había convertido al judaísmo en algún momento de su vida, y había llegado a ser prosélita.
No obstante a su posición social y económica, y a su filiación religiosa de prosélita judía, al tener conocimiento del Evangelio de Jesucristo, mediante la predicación de Pablo, Lidia abrió su corazón al Señor Jesucristo. Ella permitió que Él la lavara en su sangre preciosa. El resultado fue inmediato: ella y toda su familia fueron bautizados y pasaron a formar parte de la Iglesia; en otras palabras, la salvación no sólo la alcanzó a ella, sino a los que conformaban su hogar. Por otra parte, ella se convirtió, inmediatamente, en sostenedora del ministerio de Pablo, al recibirlo a él y a su equipo misionero, en su casa. Aunque ella no es mencionada posteriormente, ni siquiera en la Epístola a los Filipenses
[1], la huella de su generosidad, y de su apertura de corazón, marcó a la Iglesia de Filipos que se convirtió en sostén económico del apóstol, en la continuidad de su obra misionera (Filipenses 4:15-18).
Nota

[1] Se desconocen las razones de este silencio, pero posiblemente, o bien ella había muerto ya, o bien había regresado a Tiatira, o se había trasladado a otro lugar.

Alba Llanes. (Rancho Cucamonga, California: EDICI) 2006.

Posted in Perfiles bíblicos | Leave a Comment »

Dorcas o Tabita.

Posted by alballanes en abril 1, 2007

Su nombre en griego, Dorcas, significa lo mismo que el arameo Tabita: gacela. La única mención que se nos hace de esta mujer es en Hechos 9:36-43, y está relacionada con su muerte y el milagro de su resurrección, efectuado por el Señor, a través de Pedro. Su muerte había causado un tremendo impacto no sólo en la congregación a la que pertenecía, sino en la comunidad.

Es interesante observar que a la única mujer a la que se le llama “discípula”, en el Nuevo Testamento, es a Tabita. Esto no significa que las demás mujeres cristianas de la época no lo fueran. Los seguidores del Señor Jesús, fueran hombres o mujeres han sido y son discípulos del Maestro de los maestros. Sin embargo, el uso de la palabra aquí, para designarla, señala algo muy importante: ella no ostentaba cargo alguno dentro de la Iglesia. Ella no era “diaconisa” como Febe (Romanos 16:1), o colaboradora de algún apóstol como Priscila (Romanos 16:3). Posiblemente ella no era como Evodia y Síntique, que habían sido compañeras de milicia, del apóstol Pablo. Ella no era quizás como Trifena o Trifosa, o como Pérsida (Romanos 16:12) o como María (Romanos 16:6), de las cuales se dice que trabajaron en el Señor en gran manera. Ella no tenía cargos, ni puestos, ni jerarquía. Ella era una simple y sencilla “discípula” del Señor. Sin embargo, para ella, ser discípula significaba algo más que llevar una pasiva vida de mujer cristiana del siglo I de la Era cristiana.

Ser discípula significaba ir más allá de haber sido lavada con la sangre de Jesucristo, iba más allá de la diaria purificación de sus pecados, iba más allá de santificarse a diario para su Salvador y Señor. Para ella, ser discípula significó todo eso y más. Significó seguir fielmente el ejemplo de su Maestro, cumplir con los mandatos de su Maestro, y llevar a la práctica sus enseñanzas. Y es entonces que esta sencilla discípula de la congregación de Jope, en el primer siglo de la Era Cristiana, decidió dedicar su vida a desparramar amor a manos llenas, a dar de gracia lo que de gracia había recibido de su Maestro, a imitarlo a Él en el socorro a los necesitados, en la suplencia de las necesidades de los más débiles, de los desposeídos. Toda su vida fue un acto de amor continuo que tocó y aún toca multitud de vidas. Y ese acto de amor pudo ser posible porque un día, Dorcas o Tabita, voluntariamente, lavó su alma en la sangre de Cristo, fue redimida de sus pecados y entregó su vida al servicio del Divino Maestro.

Alba Llanes. (Rancho Cucamonga, California: EDICI) 2006

Posted in Perfiles bíblicos | Leave a Comment »